Entradas

, ,

No puedo dejar de darle vueltas a estos pensamientos. Por Matilde Brox

RumiacionesPensar es una actividad propia de la mente humana, gracias al pensamiento logramos entender infinidad de problemas que nos aquejan en el día a día y, a través del pensamiento planificamos y conseguimos solucionar los obstáculos de nuestras  experiencias diarias.

El problema surge cuando en nuestra mente revivimos las mismas situaciones y pensamos una y otra vez en aquella discusión que tuvimos con nuestra pareja, lo  que el compañero de trabajo nos dijo,   aquello que dijimos y que fue poco apropiado o  aquello que tendríamos que haber dicho.

Sentimos que no podemos dejar de darle vueltas, no nos lo podemos quitar de la cabeza y rumiamos una y otra vez sobre lo mismo.

Las rumiaciones, lejos de aportarnos alguna luz o punto de vista diferente nos llevan a un círculo vicioso, del que, por un lado,  queremos salir pero, por otro,  nos sentimos atrapados en él y volvemos a pensar en ello.

Este proceso  agota nuestra energía y nos conduce a un estado emocional de tristeza, ansiedad y angustia.

Riesgos de las rumiaciones

  • Tienen un carácter adictivo y como tal intentarán volver a nuestra mente.
  • Si no las paramos, entraremos en un círculo vicioso.
  • Nos producen malestar emocional.
  • Fomentan la tendencia a postergar los problemas y a no actuar.
  • Nuestra salud física y mental se puede ver afectada en forma de estrés, depresión, adicciones, etc.
  • Interfieren en nuestras actividades diarias impidiendo que nos centremos en el trabajo y estudios,  disminuyendo la atención y la memoria.

3 Pasos a seguir para romper el círculo vicioso

  1. Identificar cuáles son nuestros pensamientos rumiativos.
  2. Pararlos en el momento en que surjan. Para ello utilizaremos una palabra o frase que diremos mentalmente  como “Basta ya”  o “stop”.
  3. A continuación usaremos una distracción que reemplace al pensamiento.
  • La distracción puede ser mental (ejemplo: contar hacia atrás desde 100 restando de 3 en 3, 100, 97, 94….; repasar mentalmente una receta de cocina; las estaciones de una línea de metro, etc.)
  • También podemos utilizar distracciones que impliquen hacer algo como una llamada de teléfono a un amigo, hacer un sudoku, ejercicio físico,  ver una película interesante, cualquier actividad que nos saque de la rumiación.

Recordar

  • Somos los dueños de nuestra mente y tenemos la capacidad de manejar  los pensamientos. Evitemos que ellos nos manejen a nosotros.
  • Revivir el pasado o  anticipar el futuro nos impide vivir el presente.
  • Si las rumiaciones  afectan a nuestra calidad de vida y nos provocan un bajo estado de ánimo del que nos podemos salir es conveniente acudir a un profesional de la psicología.

Matilde BroxMatilde Brox Gómez

Psicóloga sanitaria

mbrox@www.fundacionalavareyes.com

91 083 77 81

 

 

 

 

, ,

¿Qué es la apatía y cómo puedes superarla? por Paula Hernández

La apatía es la desgana, pasividad, desmotivación o indiferencia hacia algo.

Apatía

Se trata de un estado de ánimo en el que el individuo refleja falta de emoción, motivación o de entusiasmo, por el que cualquiera puede pasar en algún momento de su vida. Entre los síntomas que pueden acompañarla se encuentran:

 

  • Cansancio
  • Aburrimiento
  • Tristeza
  • Desgaste físico
  • Reducción del esfuerzo y tiempo dedicados a la actividad
  • Pérdida de iniciativa o persistencia
  • Pensamientos negativos, como pueden ser:
    • “Soy tan perezoso, no sirvo para nada”
    • “Esto es aburrido”
    • “Que pereza me da ir a la compra»
    • “No tengo ganas
    • “Creo que no soy capaz de estudiar todo esto, mejor lo dejo»
    • «Mañana tengo que entregar el informe a mi jefe y no consigo ponerme»
    • «Tengo que recoger la casa, pero me da una pereza…»
    • «Ahora una reunión… No tengo ninguna gana»

 ¿Cómo puedo superar la apatía?:

ApatíaEntre las cosas que podemos hacer para superar la apatía están:

  1. Sustituir pensamientos negativos por otros más positivos “Adiós al pesimismo, hola a los pensamientos positivos”: dar la vuelta a los pensamientos negativos y convertirlos en positivos ayudará a mejorar el estado de ánimo. Algunas frases que pueden contribuir a ello son:
  • “Puedo lograrlo”
  • “Lo estoy haciendo lo mejor que puedo”
  • “Sigue así”
  • “Bien hecho, voy por el buen camino”
  1. Establecer objetivos: consiste en establece metas más fáciles de alcanzar, por ejemplo, aguantar 10 minutos más estudiando o trabajando cuándo las ganas empiecen a desvanecerse. Crear una lista de deseos, metas y motivaciones permite tener los objetivos presentes y puede contribuir a mantener la energía mientras son cumplidos.
  2. Se disciplinado, no te fijes tanto en el tiempo de trabajo o de estudio, sino en si has conseguido tu objetivo o no. No te permitas abandonar hasta que el objetivo este cumplido.
  3. Reconocer méritos: se trata de reconocer el esfuerzo que uno mismo hace para alcanzar su objetivo final y que se premie por ello, por ejemplo, viendo la serie favorita, tomando un descanso de más tiempo, escuchando música… Castigarse por no lograr los objetivos puede tener un efecto no deseado, como confirmar los pensamientos acerca de la pereza.
  4. Organización: estar rodeado de desorden no contribuye a la motivación, por eso es importante mantener el lugar de estudio o trabajo ordenado y retirar aquello que genere distracciones.
  5. Cambio de hábitos: es fundamental poner en práctica hábitos saludables como el sueño o la alimentación. Una mala dieta o no dormir suficiente genera falta de energía para que el cuerpo pueda realizar las actividades necesarias, lo que puede producir falta de interés al llevarlas a cabo.

Piensa en los beneficios que puede conllevar el esfuerzo que estás haciendo para alcanzar tus objetivos.

Paula HernándezPaula Hernández García

Psicóloga Sanitaria

Fundación María Jesús Álava Reyes: 91 083 77 81

phernandez@www.fundacionalavareyes.com