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¿Cómo volver al trabajo? (y sobrevivir en el intento) Por Gema Valenzuela

Vuelta al trabajoTras estas semanas de merecidas vacaciones, se avecina la vuelta al trabajo. Esto implica cambios no muy agradables: madrugar, asumir de nuevo responsabilidades, atascos… en definitiva, un cambio de 180 grados que no siempre es fácil asumir.

Algunas de las cosas que pueden ocurrir los días previos a la incorporación al trabajo, es que tengamos problemas para conciliar el sueño, demos vueltas a la cabeza a lo que nos espera y estemos más irritables y tristes porque como dice la canción: “el final del verano, llegó”. Con este panorama, la montaña de papeles que imaginamos sobre nuestra mesa de trabajo puede impedirnos ver el lado positivo, y la manera más saludable de comenzar otra vez tras las vacaciones.

Veamos algunas claves importantes a tener en cuenta:

  1. Volver a tener una rutina es importante: El orden en los horarios, comidas y hábitos es fundamental para el ser humano, por eso muchas veces el caos típico de las vacaciones puede generar más estrés de lo que parece. No lo idealices.
  2. Soltar las vacaciones cuesta: Acepta que es normal tardar unos días en volver a coger el ritmo del que llevamos tiempo desconectados. Te acostumbrarás antes de lo que crees, hasta entonces, puedes recrearte tranquilo con tu álbum de fotos del verano o contando las anécdotas que te ha traído este caluroso periodo vacacional.
  3. Aquí y ahora: Tras darnos este margen de tiempo y despedirnos temporalmente del verano, céntrate en el nuevo día que tienes por delante. De nada va a servirte quedarte anclado en pensamientos como: “con lo bien que estaba y ahora fíjate…” “es horrible madrugar y enfrentarme a esto…”. Cámbialos por: “se estaba bien en vacaciones, pero ahora empieza una nueva etapa de la que también puedo disfrutar”.
  4. No seas muy exigente contigo mismo: En la medida que tú trabajo te lo permita, ponte objetivos pequeños los primeros días.
  5. Mira el donuts en lugar de al agujero: Recuerda que te da pereza la rutina pero tienes un sitio al que volver. El tiempo de ocio es valorado en la medida en que hemos estado meses trabajando. Valóralo, porque no todo el mundo tiene esa suerte.
  6. ¿Se puede ir contento a trabajar?: Como dice Mª Jesús Álava Reyes en su libro “Trabajar sin sufrir”, “Si nos pasamos dos tercios de nuestra vida trabajando, merece la pena que aprendamos a disfrutar de nuestra profesión”. La rutina laboral te ofrece también oportunidades gratificantes, como tomar un café distendido con tus compañeros, o el orgullo de ver un proyecto profesional cumplido.

 

Tu actitud ante la vida depende de ti, recuerda que sigue siendo posible disfrutar de pequeños detalles que te hagan sentir bien y enriquecer con ellos el día a día. Hacer deporte, comer sano, disfrutar de tu gente o realizar esa actividad que desde hace tiempo deseas… no tiene fecha en el calendario.

Gema ValenzuelaSi quieres realizar alguna consulta en relación a tu vuelta al trabajo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Gema Valenzuela

Psicóloga Sanitaria

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«El 95% del sufrimiento en las sociedades occidentales es por cuestiones absurdas»

Mª Jesús ÁlavaMARÍA JESÚS ÁLAVA, PSICÓLOGA, La experta, que mañana impartirá una charla dentro de Aula DV, resalta que «la felicidad no es tenerlo todo, sino querer lo que se tiene»

¿Cómo puedo ser feliz? Se trata de una pregunta que se habrá planteado mucha gente. Las pautas para ello las aportará mañana la psicóloga María Jesús Álava en su charla ‘Las tres claves de la felicidad’, dentro de la iniciativa Aula DV y los Cursos de Verano de la UPV/EHU. La cita se desarrollará, a las 18.00 horas, en el Palacio Miramar y para asistir resultará necesario una invitación que se podrá adquirir en la web www.uik.es.

– ¿Se puede ser feliz siempre?

– La felicidad se puede definir como momentos muy intensos de una sensación maravillosa, pero no puede ser constante. Hay personas que pueden estar generalmente bien, sobre todo si tienen un buen equilibrio emocional, pero estaríamos hablando de bienestar.

– ¿En qué tres claves va a incidir en la charla? Leer más

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Desterrando al Orgullo de nuestra vida. Por Paula Hernández

Es posible que muchos de nosotros hayamos pasado por una situación similar a la de Marta. Marta el año pasado tuvo una fuerte discusión con su madre debido a que decidió ir a pasar unos días de sus vacaciones de verano con la familia de su marido en lugar de con ella y su padre. Esta discusión llevo a que ambas se reprochasen cosas del pasado y a que Marta dejase de hablarla durante 5 meses. Durante este tiempo no le cogía el teléfono, no le contestaba a los whatsapp y constantemente evitaba cualquier celebración familiar.

Orgullo

Marta por esa época acudía a una psicóloga por el estrés generado por el trabajo y un día decidió comentarle lo que había ocurrido con su madre. La psicóloga le ayudó a ver que lo que se interponía entre ella y su madre no era otra cosa que el ORGULLO.

Podríamos distinguir dos tipos de orgullo, el positivo y el negativo. El orgullo positivo es una emoción positiva que permite valorarnos a nosotros mismos, lo que somos capaces de construir, nuestras acciones, experiencias y logros, así como los de los demás. Sin embargo, el orgullo negativo es el que nos aparta de otras personas y nos encierra en un mundo rígido, el que hemos podido ver reflejado en el caso de Marta.

Se trata de un personaje que se “cuela” entre las personas cuando se hacen daño y se utiliza por la necesidad de demostrar al otro que nos ha herido, para darle una lección. El orgullo conduce a que nos separemos de la otra persona y a que no queramos ceder, puesto que nos proporciona sensación de control

¿Cómo podemos desterrar al orgullo?

  1. Reflexiona sobre lo que consigues con el orgullo.
  2. Valora si la interpretación que has hecho sobre la situación conflictiva es desproporcionada o ajustada a la realidad.
  3. No atribuyas intencionalidad de dañar por parte del otro, todos tenemos derecho a equivocarnos y eso no significa que queramos hacer daño.
  4. Considera los costes y beneficios de la situación actual para poder tomar la decisión de desterrar al orgullo.
  5. Retoma el contacto con la persona, iniciándolo con temas neutros.
  6. Cuando estéis preparados para hablar de la causa del conflicto, recuerda que es fundamental utilizar mensajes “yo”, es decir, desde la propia perspectiva evitando culpabilizar al otro, por ejemplo “Yo me sentí mal cuando me gritaste, me gustaría que la próxima vez me dijeses las cosas sin gritar, ya que creo que de este modo no me enfadaría tanto y podríamos evitar un situación desagradable para ambos”.

¡ÁNIMO! Y recuerda que dar el primer paso no es un signo de debilidad.

Paula HernándezPaula Hernández García

Psicóloga Sanitaria

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La Psicología protagoniza campaña educativa en medios de comunicación

La psicóloga colegiada de Madrid Dª María Jesús Álava Reyes ha protagonizado una campaña de sensibilización sobre educación que ha desarrollado el grupo Atresmedia a nivel nacional.

Mª Jesús Álava Educación Fundación ATresmedia

Esta campaña se ha realizado, a través de la emisión de anuncios en televisión y cuñas de radio, del 1 al 17 de mayo, en todas las cadenas del grupo Atresmedia: Antena 3, La Sexta, Nova, Neox, Mega, Atreseries y Onda Cero Radio.

En esta campaña Dª María Jesús Álava ha dado una serie de pautas y consejos para mejorar los resultados en los exámenes, como prepararse adecuadamente y ayudar a los alumnos a mejorar en los estudios. Seguir un método, hacer esquemas, relacionar ideas, planificar el estudio y estudiar todos los días, son algunos de los temas más relevantes que se mencionan en estos mensajes informativos.

A través de estas «píldoras» informativas, que van dirigidas a familias, escuelas y alumnos, y en definitiva a toda la sociedad en general, se persigue el objetivo de la mejora educativa y sensibilizar a la sociedad, haciéndoles partícipes de la importancia de su papel en materia educativa.

Se puede ver uno de los spots de la campaña pinchado aquí.

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Mª Jesús Álava Presenta en Lorca su libro Las 3 Claves de la Felicidad

La psicóloga María Jesús Alava presenta mañana a las 19 horas en el teatro Guerra de Lorca su último libro «Las tres claves de la felicidad» en el marco de la vigésimo sexta edición de la Semana Cultural de la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios.

Las 3 claves de la felicidad - Mª Jesús Álava

Alava, autora de «La inutilidad del sufrimiento» del que vendió más de 300.000 ejemplares, presenta esta nueva obra, editada por La Esfera de los Libros en la que «aprender a perdonarse» aparece como la principal receta para que cada uno pueda «coger las riendas de su vida», afirma la escritora.

El volumen recoge casos de sufridores natos, de personas con la autoestima bajo mínimos y de aquellos que se sientes miserables tras haber perdido el empleo y muestra recetas que pueden servir para superar ese tipo de situaciones.

El libro de auto-ayuda recoge además un test que el lector puede completar antes y después de su lectura para analizar su caso.

La psicóloga acaba de publicar un estudio sobre la relación entre la felicidad y la capacidad para perdonarse a uno mismo, en el que participaron casi 700 personas, según el cual el 45,6 por ciento de los españoles identifican que para lograr la felicidad lo más importante es quererse a uno mismo.

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Los niños también pasan por un proceso de duelo y luto. Por Sara Ríos

Duelo niñosLa muerte es algo que a todos nos inquieta y nos angustia, y solemos evitarlo hasta que no queda más remedio que enfrentarse a lo “inevitable”. Por este motivo, no queremos hacer partícipes a los niños de lo que esto significa, pensamos que si no les contamos nada sobre este hecho, estarán protegidos y crecerán felices y sin preocupaciones. Como padres y adultos, nos sentimos en el deber de protegerlos y hacerles la vida mucho más cómoda y fácil sin que sufran en ningún momento.

Sin embargo, nos guste o no, la muerte forma parte de la vida. Los niños conocen de alguna manera la existencia de este acontecimiento y se hacen preguntas sobre ello. Por lo que si nadie les explica nada o lo hacen de manera confusa, ellos mismos se forman sus propias teorías sobre el hecho de morir que pueden resultar mucho más angustiosas para ellos de lo que significa en realidad la propia muerte. Ésta es dolorosa, pero lo es más que sus pensamientos erróneos sobre ella lo aterroricen.

Por tanto, como adultos, debemos enseñar a los niños a construir correctamente su propia idea sobre la muerte. Es necesario decirles la verdad de lo ocurrido adaptándolo a su lenguaje y su capacidad cognitiva, resolver las dudas que tengan y ayudarles a expresar sus emociones.

Una vez que ya le hemos explicado lo sucedido, comienza lo que se conoce como el duelo, un proceso emocional y normal por el que pasan las personas cuando han sufrido la pérdida de un ser querido. Los niños y adolescentes, aunque muchos adultos no lo crean, también llevan a cabo este proceso ya que son capaces de darse cuenta de los cambios que suceden a su alrededor tras la muerte de una persona significativa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su manera de elaborar el duelo es distinta a la que hacen los adultos.

  • Los niños necesitan la presencia de los adultos en estos momentos ya que todavía no tienen desarrollados totalmente los mecanismos internos para hacer frente a esto y precisan de ayuda externa para sentirse mejor y más seguros.
  • El adulto debe enseñarle cómo expresar sus emociones dejándole que expresen su dolor y tristeza. Hay que tener en cuenta que los niños suelen expresar sus emociones a través del cuerpo más que con la palabra (somatizaciones, cambios en la conducta, etc.)
  • El estado de ánimo del niño es más cambiante que el del adulto, lo cual hace que pasen rápidamente de estar tristes a dedicarse a otras actividades como jugar, ver la televisión, etc. Esto es un comportamiento normal en un niño en duelo.

Por tanto, es importante tener claro las claves básicas para ayudar a los niños y adolescentes en duelo:

  • Cuando un adulto tiene que ayudar a un niño a superar un duelo, es necesario que el propio adulto disponga de ayuda para poder llevar a cabo esta tarea de la manera correcta.
  • Arropar al menor y ofrecerle compañía familiar en todo momento.
  • Informar al colegio de lo ocurrido para que lo tengan en cuenta.
  • Es muy importante reestablecer el día a día del menor, seguir con la rutina para que sienta que su vida no se desmorona y que sigue sintiéndose atendido.
  • Ayudarle para que exprese sus emociones y resolver sus dudas diciéndole siempre la verdad adaptada a su momento evolutivo, siendo el adulto un modelo para él.

Si tienes alguna duda sobre cómo abordar el duelo con tu hijo o si ves que éste no es capaz de afrontarlo correctamente, no dudes en contactar con nosotros y te ayudaremos en lo que necesites.

Sara Ríos GilSara Ríos Gil

Psicóloga Sanitaria

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Fundación María Jesús Álava Reyes hace una colaboración con CanalCEO

Diego Posada | 28 de marzo de 2016

El desarrollo de modelos de liderazgo que buscan potenciar el talento ha dado lugar perfiles directivos en los que juega un papel definitivo la inteligencia emocional. El concepto, definido hace años por Goleman, tiene en la empatía una de las claves para el desarrollo de ambientes laborales positivos. El equipo de Apertia Consulting, el Centro de Psicología Álava Reyes y la Fundación María Jesús Álava Reyes, ha realizado una investigación sobre el Capital emocional de las Organizaciones y el Bienestar Emocional de los Trabajadores a partir de la cual han elaborado una herramienta. Hablamos junto a María Jesús Álava Reyes, Presidenta de Apertia y Centro de Psicología, y Daniel Peña, Director de I+D de Apertia y Centro de Psicología, sobre la relación entre empatía y bienestar emocional.

equipos cohesionados

¿Cómo podríamos definir la empatía en el ámbito laboral?

La empatía es la capacidad para reconocer y entender “de verdad” la experiencia emocional de los demás. No se trata solo de saber que siente el otro, sino de comprender los condicionantes e implicaciones de esa emoción, de ponernos temporalmente en su piel y comprender qué significa estar en situación. En el ámbito laboral, la empatía es un combustible fundamental para conseguir equipos cohesionados y líderes eficaces. La empatía en el entorno laboral no es distinta a la empatía en el resto de ámbitos, la única diferencia está en la toma de decisiones que lleva asociada. En el caso del trabajo, esta toma de decisiones se hace mucho más compleja, ya que debe integrar de manera eficaz los intereses y necesidades del empleado y de la organización, y ¡esto no siempre es fácil!

¿Por qué es necesaria como cualidad de un directivo?

Una de las dos facetas más importantes de los líderes con más impacto y capacidad de transformación, es conseguir que sus colaboradores se sientan tratados como personas únicas; no como un número o partes anónimas de una maquinaria. Para tratar a alguien respetando sus diferencias y peculiaridades, es fundamental ser capaz de sintonizar emocionalmente con él o con ella, de ponernos de verdad en su piel. Solo así podremos adaptar nuestra comunicación y nuestras herramientas para gestionar personas de una manera eficaz. En una investigación que hemos llevado a cabo dentro del proyecto “Capital Emocional de las Organizaciones”, comprobamos que los trabajadores que percibían a sus líderes como más empáticos y cercanos tenían niveles más altos de bienestar emocional, eran más productivos, tenían mejor salud y una actitud más favorable hacia la seguridad en sus puestos de trabajo.

¿Un exceso de empatía puede ser peligroso?

Probablemente, un exceso de empatía no es peligroso en sí mismo, pero podría serlo en función de cómo nos comportemos ante esa experiencia. Empatizar implica reconocer cómo se siente la otra persona y entender las implicaciones de esa emoción, lo que generalmente lleva a la persona que empatiza a reaccionar emocionalmente. Cuando estas emociones “secundarias” no se gestionan de manera adecuada, pueden ser peligrosas. Una de las reacciones más tóxicas en este sentido es la culpa. Cuando nos sentimos culpables o extremadamente responsables de las emociones de los demás, podemos correr el peligro de dejarnos manipular, sobreactuando para compensar al otro, o inhibiéndonos en exceso para evitar el sentimiento de culpa. Esto podría traducirse en decisiones perjudiciales para la empresa, para el líder y para el propio trabajador.

¿Puedo ser empático sin ser cercano?

Es poco probable, pero se puede. La empatía es una capacidad perceptiva, que tiene que ver con nuestra habilidad para identificar y reconocer emociones en los demás. Sin embargo, la cercanía es más una habilidad interpersonal, relacional; es decir, tiene que ver con cómo nos comportamos con la otra persona. Generalmente, cuando empatizamos con alguien tendemos a comportarnos de manera cercana de forma casi automática, pero en ocasiones ese comportamiento puede verse inhibido por diferentes factores. Hay personas que tienen ciertos déficits en sus habilidades sociales; es decir, no han aprendido a relacionarse de forma eficaz con los demás y podrían no ser cercanos, a pesar de ser empáticos. Esto puede ocurrir cuando se dan funciones de liderazgo a personas que carecen de competencias interpersonales suficientes.

¿La empatía y la cercanía son los primeros pasos de una relación que perdura entre empresa y colaborador?
Sin duda. La relación entre empresa y colaborador se basa en un intercambio, en un contrato que va más allá de lo legal o económico, y la empatía está en los mismos cimientos de ese contrato psicológico. Algunas investigaciones recientes han mostrado que una de las principales razones que llevan a los trabajadores a abandonar las organizaciones en las que trabajan, es la falta de apoyo percibido. Por otra parte, cuando el trabajador siente que la empresa no le trata de manera justa y personalizada, se reduce el nivel de satisfacción y compromiso con la organización, lo que  repercute negativamente en su productividad y pone en riesgo la continuidad de la relación laboral. Se trata pues, de un bucle en el que el empleado no siente que recibe de la organización lo que espera o necesita de ella, y la organización ve reducida la aportación de valor del empleado. El origen de este bucle está, en gran medida, en una gestión carente de empatía.

FUENTE: www.canalceo.com

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¡TRAUMAS! Cuando el tiempo no lo cura todo. Por David Lanzas

Son las 7:30 de la mañana y Pablo sigue buscando sus gafas por todo el apartamento. Mientras, la ciudad hace gala de su vitalidad anunciando con un rugido de motores y sirenas que un nuevo día ha comenzado.

Con las gafas aún desaparecidas y el estómago vacío, Pablo sale a toda prisa de su casa, baja a trompicones las escaleras y al llegar al portal se para en seco. Su mano quiere tirar del pomo, sus piernas saltar a la calle, su cerebro por el contrario no está tan entusiasmado con la idea de salir ahí fuera; “¡cuidado, el mundo no es un lugar seguro!”, “si sales puedes perder la vida, tu vida Pablo… ¡tu vida!” le susurran sus pensamientos. Una tímida lágrima resbala por su mejilla y allí, en el portal de su casa, se desata nuevamente el horror. Las explosiones resuenan en su cabeza y siente el peso de los escombros sobre su pecho. Cerrando los ojos es capaz de verlo todo nítidamente, como si volviera a ocurrir otra vez, como si tuviera que luchar por su vida una vez más.

Trauma. Cuando el tiempo no cura

Al cabo de unos segundos Pablo abre los ojos y mira la calle a través del cristal de la puerta, todo está en calma, la vida sigue su curso. Con los ojos todavía húmedos gira el pomo, da un paso y; venciendo el miedo, cruza el umbral.

Por muy crudo que parezca, este fragmento es solo un ejemplo del dolor al que se enfrentan muchas personas que han sufrido un accidente, catástrofe o ataque terrorista en el que ha podido peligrar su supervivencia. Los humanos somos máquinas casi perfectas y nuestro cerebro está diseñado de tal modo que, cuando nos hemos visto enfrentados a una situación muy peligrosa, tendamos a evitar cualquier estímulo relacionado con dicho peligro. Esto, que en un primer momento es adaptativo, se vuelve en nuestra contra si se mantiene en el tiempo, enjaulándonos dentro del miedo, arrebatándonos la libertad, e instaurándonos dentro de lo que en psicología se conoce como Trauma.

Existen una serie de señales que nos avisan de que nos hemos atascado en un momento doloroso, el cual nos impide avanzar.

Aquí os dejo algunas de las más comunes:

  1. Tienes recuerdos recurrentes del acontecimiento e intrusivos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones de dicho momento.
  2. Sueñas muy frecuentemente con el acontecimiento y esto te produce malestar.
  3. Tienes la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo ahora mismo, pudiendo tener flasback o alucinaciones.
  4. Sientes un malestar psicológico intenso al exponerte a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
  5. Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
  6. Haces esfuerzo por evitar pensamientos, sentimientos, lugares, personas o conversaciones que tengan que ver con el suceso traumático.
  7. Ves el futuro como algo desolador.
  8. Tienes dificultades para conciliar o mantener el sueño.
  9. Estás siempre hipervigilante a cualquier peligro que pueda venir.
  10. Llevas sintiéndote así durante más de un mes.

Si has sufrido un acontecimiento desagradable y reconoces algunos de estos puntos en ti, quizá sea hora de pedir ayuda para que tú, como Pablo, también puedas cruzar el umbral.

David LanzasDavid Lanzas Fernández-Martos

Psicólogo Sanitario

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No paro de recibir críticas ¿Qué puedo hacer al respecto? Por Paula Hernández

crítica-constructiva-1024x417Con frecuencia estamos expuestos a críticas por parte de otros, como pueden ser: “Tu actitud en el trabajo últimamente no ha sido buena”, “Creo que la ropa que llevas no es la adecuada para este evento”, “Con lo bien que cocinas, la comida de hoy no te ha salido muy buena”…

No siempre recibimos bien este tipo de comentarios, pero realmente ¿qué es una crítica?

Si acudimos a un diccionario, podríamos encontrar definiciones como las siguientes:

  1. Conjunto de opiniones o juicios que se hacen sobre cualquier asunto.
  2. Conjunto de opiniones o juicios negativos y contrarios que se hacen sobre una cosa.
  3. Conjunto de opiniones o juicios técnicos que se hacen sobre una obra artística o del conocimiento.

En ocasiones, olvidamos que los demás también tienen derecho a expresar sus opiniones, aunque no siempre lo hagan como nos gustaría y esto nos lleve a no reaccionar de la mejor manera ante ello.

Crítcas Mafalda

¿Qué podemos hacer? 

En primer lugar, es fundamental que detectemos lo antes posible señales de ansiedad que aparecen ante este tipo de comentarios para poder poner en marcha estrategias como respirar hondo o utilizar lo que los psicólogos llamamos autoinstrucciones, es decir, darnos mensajes a nosotros mismos para guiar nuestro comportamiento hacia donde nos interesa, si lo que queremos es tranquilizarnos, podemos decirnos frases como: “Tranquilo”, “Calma, no voy a dejar que este comentario me afecte”, “Venga, no le hagas caso”.

En segundo lugar, no podemos olvidar que para evitar reacciones o emociones negativas es fundamental emplear técnicas asertivas, es decir, técnicas que nos permiten poner en marcha conductas que son habilidosas socialmente, cuyo objetivo es conseguir expresar nuestros sentimientos, opiniones, deseos, pero respetando los de nuestro interlocutor. Existen muchas técnicas asertivas. Una de las que podemos utilizar para enfrentarnos de forma correcta a las críticas es la aserción negativa, consiste en reconocer nuestros errores, sin enfadarnos, sin justificarnos ni disculparnos, como por ejemplo: “Tienes razón, la comida no me ha salido muy buena”.

En tercer lugar, tenemos que diferenciar de qué tipo de crítica se trata, puesto que no responderemos igual si la persona o crítica es importante, que si no nos interesa o no es una crítica verdadera. Podemos verlo con el siguiente ejemplo: Te has pasado la mañana en la cocina preparando la comida y tus comensales critican tu comida. 

  • No es una crítica verdadera: “La comida no te ha salido nada bien, se nota que la has hecho deprisa y corriendo”. Ante esto podemos explicar nuestro punto de vista y autoafirmarnos en nuestra opinión. “Esto que comentas no es cierto, ya que me he pasado la mañana haciendo la comida y he seguido los pasos que sigo siempre, yo creo que esta buena”.
  • No nos interesa la persona o la crítica. Si la persona que hace la crítica respecto a nuestra comida, es alguien que no nos interese especialmente, podríamos ir retirando la atención y salir de la situación, por ejemplo, podríamos decirle “Lo tendré en cuenta para la próxima vez” o “Es posible que tengas razón” y a la vez ir retirando la mirada e ir alejándonos.
  • La persona o crítica son importantes. Cuando la persona que nos hace la crítica sobre que la comida no ha salido bien es alguien que nos importa, por ejemplo, un buen amigo, podríamos hacer lo siguiente: conseguir más información mediante preguntas para concretar la crítica y enriquecernos con ella. Por ejemplo “¿Qué quieres decir con que la comida no me ha salido bien?”, “¿En qué te parece que podría mejorar?”, “¿Qué hay de diferente en la comida de hoy respecto a la de otros días?

Por último, existen ciertos componentes que no debemos olvidar como:

  • No contraatacar con otra crítica.
  • Escuchar sin interrumpir.
  • No negar ninguna critica en principio.

Ahora que ya tenemos unas nociones de cómo hacer frente a las críticas, no nos olvidemos de ponerlo en práctica ante el primer indicio!

Paula HernándezPaula Hernández García

Psicóloga Sanitaria

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¿Cómo puedo darle malas noticias a adultos? Por Sara Ríos

Cuando tiene lugar una situación negativa como la muerte de un familiar o conocido, una enfermedad terminal, un atentado a gran escala que sale a todas horas en las noticias, etc. muchas veces no sabemos cómo contárselo a otras personas implicadas.  “¿Cómo se lo digo?” “¿Cómo reaccionará?” “Es tan duro que no sé cómo se lo va a tomar”… Éstas y otras cuestiones pasan por nuestra cabeza en estas situaciones. Por tanto, ¿qué hacemos? ¿Cómo lo contamos?

Malas noticias

Lo primero que hay que hacer antes de dar una mala noticia a otra persona, es que nosotros mismos estemos preparados. No es una situación fácil y menos aún si también estamos implicados de alguna manera, por lo que hay varias cuestiones que se deben tener en cuenta:  Dentro de lo posible, intentar comunicar la noticia en persona. Vamos a dar una noticia importante, y el contacto cara a cara es mucho más útil.

  • Elegir un momento y un lugar adecuado. Lo mejor es un sitio tranquilo, alejado de la gente y si es posible, donde se pueda sentar.
  • Mirar directamente a los ojos, con una actitud que transmita seguridad y serenidad a la vez.
  • El mensaje que queramos transmitir debe de ser conciso, claro, sin andarnos por las ramas y, sobre todo, con mucho tacto.
  • Debemos estar listos para cualquier reacción por parte de la otra persona. Cada uno asume las malas noticias de una manera por lo que puede que comience a llorar intensamente, se quede en estado de shock sin creérselo, niegue la situación,… lo más importante en ese momento es que estemos cerca de esa persona dándole apoyo e intentando resolver las dudas que le surjan con tacto y empatía.
  • Si la persona está muy afectada emocionalmente, intentar que no se quede sola; ya sea con nosotros o con otro familiar.

Si necesitáis pautas para sobrellevar una situación similar o con vuestro hijo, no dudéis en contactar con nosotros, os ayudaremos en lo que necesitéis. 

 

Sara Ríos GilSara Ríos Gil

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