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Ser padres en el Siglo XXI. Colaboración con el diario El Norte de Castilla

Aspirar a ser progenitores excelentes lleva a la frustración y la culpa. Las ‘malasmadres’ combaten la presión social que obliga a alcanzar la perfección

El buen padre (o madre) tiene autoridad, pero resulta cariñoso y dialogante. Es abnegado y dedica a sus hijos tiempo de calidad, si bien cultiva aficiones como la lectura o el deporte, porque educa con el ejemplo. Jamás pierde el control y logra que los niños sean corteses, aplicados y virtuosos sin levantar la voz ni, por supuesto, dar un cachete. En resumen, en los hogares donde los progenitores son perfectos, los hijos también lo son. Y la convivencia va siempre como la seda. Solo hay un pequeño, minúsculo problema: los padres perfectos no existen. «Debemos ser los mejores padres posibles: los que nuestros hijos necesitan», advierte la psicóloga Silvia Álava.

«Cuidado con las metas que nos ponemos: a veces son inalcanzables» Silvia Álava, Psicóloga

¿Significa eso que podemos relajarnos y dejar que el mundo se encargue de hacer de nuestros retoños personas de provecho? Claro que no. El filósofo y maestro Gregorio Luri acaba de publicar su último libro, ‘Elogio de las familias sensatamente imperfectas’ (ed. Ariel). «Los niños tienen derecho a tener unos padres imperfectos, a ser frustrados y a conocer los adverbios de negación», resume. O sea, a que les digan ‘no’ cuando haga falta y sin complejos.

Silvia Álava - Libros

Él lo expone con ironía. «Para ser una familia perfecta, ayudaría mucho tener el segundo hijo antes que el primero», asegura. También sería conveniente que los niños nacieran «con más sentido común que energía», tener todo el tiempo del mundo para dedicarles y poder programar los estados de ánimo, de modo que, al llegar de la escuela, nos encontrasen relajados, abiertos y ocurrentes. Mientras eso no sea posible –y no tiene visos de serlo–, hay que asumir la cruda realidad: antes de tener descendencia, nadie tiene la más remota idea de qué hacer. Dado que la perfección es inalcanzable, razona el filósofo, conformémonos con lo que está justo debajo: la imperfección sensata.

Lo que dicen los expertos:

CINCO CONDUCTAS TÍPICAS
La Asociación Americana de Pediatría recuerda en su blog HealthyChildren.org que los niños presentan a menudo comportamientos que a sus padres les resultan «difíciles»: desobedecen órdenes sencillas, evitan tareas, pasan mucho tiempo frente a la tele, la consola o el móvil, se pelean con sus hermanos o se eternizan haciendo sus deberes. Ante eso, señalan los expertos, es normal sentirse «preocupado, confundido, enojado, culpable, abrumado e incompetente»
MIRAR AL PASADO
Una buena estrategia para no enfadarse es recordar cómo era uno mismo de niño y cómo eran sus padres. Nadie era perfecto, ¿verdad? Todo el mundo comete errores; va en el ser humano.
NO SER SOLO PADRE
Enfocarse excesivamente en la crianza de los hijos, sin darse espacio para dedicarse a otras actividades y mantener otras relaciones afectivas, es una actitud cada vez más común entre los progenitores que solo conduce al fracaso y la frustración.
HUMOR E INSTINTO
Ante todo, no dramatizar: «Consuélese con saber que, en la gran mayoría de los casos, los niños salen bien. Entre tanto, mantenga su sentido del humor, confíe en sus instintos y busque ayuda».

Álava también aborda el asunto en su libro ‘Queremos que crezcan felices’ (ed. JDEJ). «Hay que tener mucho cuidado con las metas que nos proponemos, porque a veces son imposibles –advierte–. A menudo proyectamos en los hijos nuestras frustraciones, y pretendemos que estudien un instrumento o practiquen un deporte que a nosotros nos gusta, pero a ellos, no».

La presión sobre los progenitores es hoy terrible. «Educar nunca ha sido fácil», admite el experto, quien asegura que «una tablilla sumeria escrita hace 3.700 años recoge una discusión entre un padre y un hijo en torno a los deberes escolares». Lo que es nuevo, añade, «es la cantidad de expertos que se dirigen hoy a las familias diciéndoles cómo tienen que hacer las cosas». Una búsqueda somera de manuales para ser buenos padres basta para hacerse una idea. Los hay a cientos. Internet multiplica por mil ese bombardeo de información. La cantidad de sitios y blogs que prometen convertir a sus lectores en profesionales de la paternidad es mareante. Y sus consejos, supuestamente infalibles, son a menudo contradictorios. Los padres nadan en un mar de dudas. ¿Leche materna o biberón? ¿Colecho o cuna? Las actividades extraescolares, ¿son enriquecedoras o estresantes? ¿Cuántas raciones de verdura necesita un chaval para crecer sano? Con los adolescentes, ¿funciona mejor la mano dura que la negociación?

Tenemos menos hijos, más tarde, y el mundo es más competitivo. Educar no es un concurso, pero a menudo lo parece: las familias tienden a compararse con otras, como si hubiera premio para las que críen los mejores ejemplares. El consumismo hace el resto. «Nos bombardean con las cosas que el niño necesita», resalta Álava. La presión del grupo hace sentir mal a quien no compra el móvil, el juego o la ropa que ‘todo el mundo tiene’. Y quizás acierta quien va a contracorriente. Porque lo que necesitan los niños no es de marca: es el amor de su familia.

Hiperpadres y ‘colegas’

Cuanto mayor es la aspiración a la excelencia, más probabilidades de cometer errores. En algunas ocasiones, los progenitores que pretenden ser extraordinarios resultan sofocantes: son los ‘hiperpadres’, siempre encima de sus vástagos, protegiéndoles de todo problema, obstáculo y frustración. «Hay que preparar a tu hijo para el camino, no el camino para tu hijo», recuerda la psicóloga.

Otros, en su intento de huir de su propia infancia, abandonan el rol paterno y fingen ser ‘colegas’ de sus hijos. «Los niños tendrán muchos amigos, pero solo un padre y una madre –advierte la experta–. Hay que acompañarles para que aprendan a resolver las cosas por sí mismos».

Y es conveniente no flagelarse por los errores cometidos. «Los padres de antes hacían lo que creían que tenían que hacer y pasaban página. Los de ahora llevan dentro un Pepito Grillo», asegura Luri. Les horroriza la idea de hacerlo mal. Si imponen disciplina, se machacan por ser demasiado autoritarios. Si dialogan, temen haberse pasado de indolentes.

Con las mujeres es aún peor. Ciertos medios de comunicación proponen un modelo de madre imposible, que es capaz de cumplir sus obligaciones laborales, cocinar deliciosas recetas caseras, mantener la casa en perfecto estado de revista, ser un cálido refugio para su prole, atesorar la sabiduría de un doctor en Pedagogía y, además, parecer una modelo. «Tenemos una imagen arraigada culturalmente de lo que es ser madre que no es real y nos hace sentir culpa y frustración –afirma Laura Baena, fundadora del Club de las Malasmadres, una comunidad virtual con cientos de miles de seguidoras–. El club nació con mucho humor, de reírnos de nuestros intentos fallidos por ser esa madre perfecta, y con una lucha social: la conciliación».

«Somos reales: con sueño, poco tiempo libre y ganas de cambiar el mundo» Laura baena, fundardora del club de las ‘malasmadres’

El problema, coinciden Luri y Baena, es que las féminas han salido al mercado laboral, pero la mayoría de los hombres no ha entrado en casa. No lo suficiente. Muchas renuncian a su carrera profesional por la maternidad; en ellos es raro. «Mamá no sabe hacer croquetas, pero de noche me lleva a la Luna», reza una camiseta diseñada por el club. Las ‘malasmadres’ reniegan de ‘superwoman’. «Somos madres reales: con mucho sueño, poco tiempo libre, alergia a la ñoñería y ganas de cambiar el mundo –proclama esta creativa publicitaria–. Somos las mejores madres que podemos ser».

El filósofo reivindica el humor y el sentido común. «Me parece esencial bajarse los humos, reírse de las propias incapacidades. Ese padre que se toma tan en serio, que se castiga dándose cabezazos contra la realidad, me parece muy dramático. El irónico dice: ‘He metido la pata, a ver qué aprendo de esto’». «La familia es un ámbito cargado afectivamente, muy intenso. Podemos herirnos de una manera cruel; nadie sabe cómo hundir a una persona mejor que su hermano. Por eso hay problemas de convivencia. La persona sensata no es la que no tiene problemas, sino la que es capaz de afrontarlos sin demasiadas gesticulaciones, sin gritos, con una cierta confianza en sí mismo».

«Ser una familia normal es un chollo. Hay que bajarse los humos»

Luri, que ya es abuelo, admite que no habría podido escribir este libro cuando tenía en casa un par de adolescentes: «Habría sido hipócrita, porque entonces tenía más preguntas que respuestas». Reconoce haber cometido errores de bulto, fallos «sonrojantes». «Si lo que has hecho mal no parece que haya dejado heridas y lo que has hecho bien permite mantener los lazos… es para estar contento», concluye. «Ser una familia normal e imperfecta es un chollo: hacerse adulto es aprender a querer a alguien que merece ser querido a pesar de sus imperfecciones».

FUENTE: www.elnortedecastilla.es

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Aciertos y errores con los niños en los procesos de separación podcast Capital Radio

Capital Emocional – 04/10/2017 Descargar
Duración del programa completo: 60:00m
Reflexión inicial en nombre de la energía necesaria para lograr cualquiera de nuestros propósitos: la “Voluntad”. Comenzamos cambiando la dinámica habitual, arrancando con “La Píldora de la Felicidad” y con motivo de la Semana del Cerebro: Tu cerebro es vida, ¡cuídalo! Nos acompaña el Dr. Pablo Irimia y justo después en nuestra Conversación, es Antonio Díaz-Deus quien lo hace con la reciente publicación de su libro: “Las 4 llaves. Eneagrama y liderazgo”, gracias a nuestra editorial de cabecera Kolima Books. Desde Tech-Inno-Emoción, en esta ocasión, nos adentraremos en lo relevante de la actualidad como es la Digitalización de las empresas (y las personas), con el Grupo SMS Europa y Daniel Kumpel. La parte final esta semana se la dedicamos a los más pequeños y, por tanto, a nuestra Sección “Educa” con Silvia Álava Sordo: Aciertos y errores con los niños en los procesos de separación. ¡Eleva tu dosis de Capital Emocional!

En el siguiente podcast se resume la intervención de Silvia Álava, pincha en el imagen:Silvia Álava - Capital Emocional - Capital Radio

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Cuando los menores se exhiben de forma compulsiva. Colaboración: Diario La Razón

elén V. Conquero@bvconquero

«Las niñas se hacen fotos como putas», dice el juez de menores Emilio Calatayud. Un comentario muy polémico y desafortunado. Sin embargo, los expertos alertan de que la búsqueda de «me gustas» en redes sociales lleva a los adolescentes a adoptar roles de adultos y a olvidar su intimidad.

Hay niñas que se hacen fotos como putas y las suben a las redes…». Esta es la frase tajante del juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, que ayer incendió las redes sociales. Horas después, en su blog, hizo una puntualización: «Olvidé decir que también hay niños que hacen exactamente lo mismo. Con ese lenguaje duro, lo admito, quiero llamar la atención sobre una realidad que está ahí y que veo a diario en mi juzgado». Insiste en que lo que quiere conseguir utilizando este calificativo es que «los padres protejan a los menores de sí mismos. Después de las fotos, pueden venir los acosos, los abusos y las violaciones». Y es que, detrás del incendio que ha generado, existe una realidad que preocupa a los expertos.

«Los adolescentes están dando un excesivo valor a la imagen, lo que motiva una pronta y exagerada sexualización», afirma Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, una entidad que trabaja en promover el uso seguro de las redes sociales. «Lo que hacen los jóvenes no es tanto imitar lo que ven en casa, sino los valores que refleja una sociedad en general. Existe una presión por la hipersexualización». Flores insiste en que «utilizar la tecnología y las redes sociales es una libertad a la que tienen derecho», pero «muchos de ellos lo hacen de forma compulsiva. El móvil les facilita satisfacer esos impulsos».

Adolescentes y Redes Sociales

Sólo hay que entrar en Instagram, en la cuenta de algún adolescente para que en su perfil o en el de alguno de sus contactos encontremos una foto con una pose algo provocativa. Eso sí, muchas de ellas van acompañadas de frases trascendentales o que dan pie a la intención del menor que, en realidad, sólo quiere que su número de seguidores o de «me gusta» crezca muy rápido. «Los dos sabemos cómo acabará» o «mientras tu piensas qué ponerte, yo pienso en cómo quitártelo», son sólo algunos ejemplos de los comentarios que acompañan a las instantáneas.

«Es cierto que estas imágenes se siguen dando en mayor medida entre chicas, pero cada vez son más ellos los que suben fotos con el torso desnudo. Se empiezan a ver cosas que antes eran muy difíciles entre adolescentes», insiste Flores, al que no sólo le preocupa que los menores suban fotos y que luego se puedan arrepentir sino que «se produzcan secuestros de terminales y, a los adolescentes, en lugar de pedirles dinero les exijan desnudos».

El psicólogo y ex defensor del menor Javier Urra hace hincapié en una idea: «No podemos decir que todos los menores estén hipersexualizados, pero sí que vivimos en una sociedad muy erotizada. No hay más que ver los anuncios de publicidad o la forma de vestir de los modelos que imitan los jóvenes».

Pero éste no es el único motivo que sostiene Urra para explicar por qué, entre los más jóvenes, se está convirtiendo en habitual difundir imágenes insinuantes. «Se ha rebajado mucho la edad de la infancia y, en cambio, se ha alargado la adolescencia», insiste. Entre los 12 y los 13 años ya aparecen los primeros cambios en el carácter. Y no sólo eso, es que «la realidad de la mujer ha cambiado y a las niñas ahora les viene la regla antes. Por eso, hay que tener en cuenta que las hormonas juegan un papel muy importante». Sin embargo, aunque cada vez lleguen a la adolescencia antes, «el desarrollo emocional y evolutivo no ha cambiado», asegura Silvia Álava, psicóloga y autora de «Queremos hijos felices y que crezcan contentos».

Para esta especialista la clave está en el modelo que imitan. «Cuando son niños imitan todo lo que hacen sus padres, mientras que en la adolescencia, los cantantes y actores pasan a ser su modelo a seguir», sostiene la psicóloga. Tanto ella como Urra aseveran en que no es tanto un problema por parte de los padres, sino de toda la sociedad. Eso sí, «hay que educarles en la importancia de la intimidad, en que deben protegerla. No son conscientes de que la pierden en cuanto cuelgan la imagen en redes sociales. No asumen que pueden llegar al resto», afirma el ex Defensor del Menor.

Y a este desconocimiento, se suma la impulsividad que puede terminar siendo un problema «cuando se ennovian». «La Policía Nacional ya me ha confirmado que están recibiendo muchas denuncias de adolescentes a las que sus ex novios chantajean con fotos de desnudos que se hicieron cuando estaban juntos. Con ello quiere que vuelva con él porque si la cuelga en redes sabe que el daño puede ser terrorífico, ya que en su entorno es muy probable que surja la palabra puta», comenta Urra.

Los «me gusta» no dejan de ser la forma más fácil «de sentirse valorada. Antes tenían que esperar a llegar a clase con la camiseta nueva para recibir los elogios, ahora sólo tiene que escoger qué foto subirán y al instante reciben la gratificación. La necesidad de sentirse valorado por el grupo sigue siendo igual de necesario que antes. A los adolescentes les engancha mucho», subraya Álava.

Hay que tener en cuenta que, desde el nacimiento del ser humano, «el rechazo siempre se ha percibido como una amenaza y esto, en la adolescencia se acentúa ya que su personalidad está en plena formación y siempre van a buscar pertenecer a un grupo y, en este sentido, las redes sociales ayudan mucho ya que pueden tener muchos amigos sin exceso de amistad. No tienen que verse constantemente, su relación es virtual».

«Puntúa del 1 al 10». Es la única frase que acompaña el vídeo de una chica de no más de 15 años que imita los movimientos de una canción de «reggaeton».

Leer más:  Hipersexualización: Cuando los menores se exhiben de forma compulsiva  http://www.larazon.es/sociedad/hipersexualizacion-cuando-los-menores-se-exhiben-de-forma-compulsiva-PE16306382?sky=Sky-Septiembre-2017#Ttt1x1Ec0B4dObWM

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David Pulido habla sobre “La maldad” en el programa “Tabú” de Jon Sistiaga, en #0 TV

El mal forma parte de la condición humana. Pero, ¿por qué resulta tan atractivo? ¿Existe un gen de la maldad? ¿Los malos nacen o se hacen? Jon Sistiaga explora los límites de la maldad humana en la nueva temporada de ‘Tabú de Jon Sistiaga’.

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Silvia Álava #JuevesEnFamilia en la Dirección General de la Familia y el Menor de Madrid

El Director General de la Familia y el Menor, Alberto San Juan Llorente, tiene el placer de invitarle a la charla «Los niños y las nuevas tecnologí­as. Resolviendo dudas sobre su uso», impartida por la psicóloga Silvia Álava Sordo, Directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, especialista en Psicología Clí­nica y Educativa y Psicoterapia, y autora de los libros «Queremos Hijos Felices, Lo que nunca nos enseñaron», y «Queremos que crezcan felices».

Jueves en familia - Silvia Álava

Estamos ante una nueva generación de niños que son «nativos tecnológicos». Desde que nacen tienen acceso a móviles inteligentes, tabletas y ordenadores, ven a sus padres trabajar y divertirse con ellos, y están acostumbrados a utilizarlos desde bien pequeños. Pero, ¿sabemos los padres cómo debemos actuar ante esta nueva forma de ocio?, ¿Conocemos los efectos que pueden llegar a tener en el desarrollo de nuestros hijos?  En esta charla resolveremos dudas de cómo gestionar las nuevas tecnologías, las edades apropiadas de uso, y qué pautas seguir al respecto.

FECHA: 27 de abril de 2017, de 18.00-19.30

LUGAR: Dirección General de la Familia y el Menor

C/Gran vía 14, planta baja

Entrada gratuita. Aforo limitado.

Se ruega confirmación en el correo dgfm@madrid.org

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12 pautas para que el castigo sea más efectivo. Colaboración con La Opinión de Murcia

El objetivo final a la hora de corregir un mal comportamiento debe ser educar a los pequeños

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La conveniencia o no de los castigos en los niños es un debate antiguo y controvertido. Mientras algunos no son partidarios de recurrir a ellos, otros expertos en educación infantil consideran que sí pueden ser útiles en determinados casos. Apuntan, no obstante, que es necesario cambiar con refuerzo positivo el concepto de castigo.

«La opción más adecuada es plantear la situación no como un castigo sino como una oportunidad que se ofrece al niño para elegir portarse bien o no portarse mal y ganarse así­ algo especial», señala la psicóloga infantil Silvia Álava. «Si el niño se porta mal y no puede hacer algo que le gusta no se debe trasladar al menor la idea de que se trata de un castigo sino que el mensaje es que no se lo ha ganado», señala.

En cualquier caso, los expertos señalan para que un castigo resulte realmente efectivo y consiga el efecto buscado es necesario que los padres sigan una serie de pautas y tengan en cuenta estas consideraciones:

  1. No recurrir de forma constante a los castigos. Si se castiga por y con todo al niño éste puede entrar en un estado de desmotivación y el efecto conseguido ser el opuesto al deseado. Aplicar un castigo debe ser algo excepcional, no la norma. «Muchos padres abusan del castigo, confundiéndolo con buena educación. Con ello consigue que la situación empeore cada vez más», señala Álava.
  2. El castigo debe ser inmediato. Si el castigo no se realiza al momento y se aplaza unos días se corre el riesgo de olvidar ejecutarlo o que el niño ni recuerde el motivo además de que se pierde la posibilidad de que el niño se porte bien hasta que llegue el día del castigo.
  3. El castigo no debe ser muy largo. No es viable, por ejemplo, imponer un mes de castigo porque los padres no van a poderlo mantener y el niño puede considerar que si ya está castigado durante un tiempo largo no hay motivo para portarse bien.
  4. El castigo debe ser proporcionado. A menudo los padres caen en el error de dejarse llevar por el enfado inicial y recurren a una extrema severidad, imponiendo un castigo a todas luces desproporcionado.
  5. Castigos proporcionales a la edad del pequeño. Debemos tener en cuenta la edad del niño a la hora de aplicar un castigo. Hay que tener claro que no es lo mismo pedir una cosa a un menor de 3 años que a uno de 9.
  6. No castigar a toda la familia. Los castigos deben afectar exclusivamente al niño o niña que se han portado mal. No es conveniente que su castigo se extienda también a sus hermanos ni a la familia en general.
  7. Evitar los gritos. Gritar a un niño nunca es conveniente, tampoco a la hora de aplicar un castigo. Los padres somos un ejemplo para los hijos, de manera que si recurrimos de forma habitual a los gritos, los pequeños de la casa se acostumbrarán y recurrirán también a ellos en sus relaciones con nosotros, con sus hermanos, amigos…
  8. El bienestar de los niños, lo primero. Los castigos no deben suponer jamás un daño fí­sico para el niño. Tampoco deben humillar o afectar al bienestar o a la autoestima de los pequeños.
  9. Argumentar el motivo del castigo. Es necesario que expliquemos a los niños por qué se les castiga. Como indicábamos en estas lí­neas, no obstante, hay que intentar evitar la palabra ´castigo´. Es mejor argumentar que se trata de una oportunidad que damos a los pequeños para elegir portarse bien y obtener así una recompensa.
  10. No prometer regalos si se porta bien. Cuando hablamos de ofrecer una recompensa, los expertos señalan que no debe ser algo material, ya que sino les estaremos acostumbrando a obtener premios por conductas que deberán salir de forma natural. Los especialistas en educación infantil señalan que las recompensan deben ser por ejemplo jugar a su juego favorito, preparar su comida favorita, transmitirle nuestras felicitaciones por lo bien que se ha portado, dedicarle unas caricias y una gran sonrisa…
  11. Elogios cuando se porta bien. Debemos reforzar con mensajes positivos a nuestro hijo cuando se porta bien o realiza alguna acción positiva. El elogio reconforta la confianza de los pequeños, aunque también hay que destacar que tampoco es bueno sobrepasarse con constantes halagos.
  12. No prestarle atención cuando se porta mal. A menudo cometemos el error de centrarnos en el hijo que se porta mal, convirtiéndole en el centro de nuestra atención. Esta actitud puede provocar que el niño automatice su mal comportamiento para llamar de forma constante la atención de los padres. Una mala actitud es más fácil cambiarla si la ignoramos, mientras si por el contrario, una buena conducta es reforzada con elogios y premios.
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Ángel Peralbo participará en el evento: Experiencias que logran el éxito educativo

  • 04 Abril 2017 a las 19:30h en Fnac Callao, Madrid mostrar mapa entrada gratuita

Pacto por la ecudación

De la mano de profesores, padres, madres y expertos, presentaremos experiencias que logran el éxito educativo que demuestran que cuando padres y profesores trabajamos en equipo tenemos mucho ganado.

Necesitamos formar a personas con buena autoestima, con fuertes valores (solidaridad, ética, asertividad, respeto), con interés por aprender y superarse, personas que quieran contribuir a construir una sociedad mejor.

En este acto, movilizaremos a padres, madres y profesores, quienes son los verdaderos motores de la educación. Trabajarán juntos, para entenderse y dialogar y resolver los conflictos que puedan surgir, porque entendemos que en ellos nos va la construcción de una sociedad mejor en el futuro.

Contaremos con expertos educativos como Begoña Ibarrola, Maite Vallet, Ángel Peralbo, Raúll Bermejo y Begoña Ladrón de Guevara.

Clica aquí para ver el programa del evento. y aquí para confirmar tu plaza

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Nuevos cursos para niños y adolescentes adaptados por edades en FUDEPI

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TÉCNICAS DE ESTUDIO : Impartido por Sara Rios

  • Edición en Miércoles por la tarde: 29 (Marzo) – 5, 19, 26 (Abril) – 3 y 10 (Mayo) en horario de 19.00h a 20.30h
  • Edición en Sábados por la mañana: 25 (Marzo) – 1 y 22 (Abril) – 6 (Mayo) en horario de 10.00h a 13.00h

HABILIDADES SOCIALES Impartido por Gema Valenzuela

  • Edición en Lunes por la tarde: 27 (Marzo) – 3, 17 y 24 (Abril) – 8 y 22 (Mayo) en horario de 18.00h a 19.30h
  • Edición en Sábados por la mañana: 25 (Marzo) – 1, 22 y 29 (Abril) en horario de 10.00h a 13.00h

Contacta con nosotros y te informamos: 91 767 20 31

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Acoso escolar/Bullying ¿qué hacer y cómo solucionarlo? Colaboración PapisyPeques

Posiblemente el acoso escolar o bullying sea el asunto que más preocupa a los padres. Lo cierto es que el acoso escolar en primaria ha aumentado en los últimos años y es necesario estar muy atentos al comportamiento del niño. El bullying es una forma de violencia escolar y como tal, no se debe tolerar en ninguna de sus formas o variantes. Vamos explicarte todos los detalles a continuación.

bullying

¿Qué es el acoso escolar o Bullying? 

Los niños en el colegio en ocasiones se pelean entre sí, se enfadan e incluso se llegan a insultar. Cuando este tipo de encontronazos ocurren, no podemos hablar de acoso escolar.

Sin embargo, cuando un niño o niña es intimidado en el colegio y esta forma de violencia es mantenida en el tiempo, podemos hablar de bullying. El acoso escolar además, suele darse en situaciones de desigualdad entre el niño o niña que lo sufre (que habitualmente no dispone de recursos o habilidades para reaccionar y defenderse) y el agresor o agresores, que le hacen un daño deliberado.

Tipos de Bullying o acoso escolar:

El maltrato escolar o acoso puede producirse de formas distintas:

  • Físico: pegar, empujones, patadas, amenazas físicas, intimidación, romper o robar objetos… 
 Estas acciones suponen un amenaza a la integridad del niño.
  • Verbal: coacción, burlarse, insultar, poner motes, criticar a las espaldas, hacer que “oiga por casualidad” lo que se habla mal de él, enviarle whatsapp o mensajes dañinos o cualquier signo de hostigamiento… 
También se considera al Ciberacoso como una rama del acoso escolar ya que se suele originar entre escolares. Esta práctica se lleva a cabo a través de las redes sociales y es igualmente peligrosa.
  • Social: Aislamiento Social y marginación de la víctima, excluir deliberadamente del grupo o impedir la participación en actividades, bloqueo social, ignorar y hacer como si no existiera..
  • Sexual: proposiciones e intimidaciones, abuso sexual…
  • Psicológico: En todos los tipos de acoso se produce un fuerte daño psicológico. Los sentimientos de estigmatización y exclusión social hacen que la víctima vea minada su autoestima y siente niveles elevados de angustia, de temor y de indefensión ante los demás.

Acoso escolar, ¿Cómo detectarlo?

Los Indicadores de bullying, en la mayoría de los casos, es un acoso invisible para los adultos, por lo que es fundamental estar atentos a cualquier indicio que nos pueda hacer sospechar que nuestro hijo o hija puede estar sufriendo acoso escolar.

Síntomas o indicadores de acoso escolar 

  • Síntomas de ansiedad: malestar generalizado, cansancio, rigidez muscular, mareos, dolores recurrentes de cabeza o de tripa (por la mañana se encuentran mal y no quieren ir al colegio, piden que les vayan a recoger antes al colegio…)
  • Cambio de hábitos: falta a clase, quiere que le acompañen al colegio, cambia de ruta o no quiere ir en transporte escolar, no quiere salir con los amigos…
  • Cambios en el carácter: está más irritable, retraído, angustiado, triste, presenta llantos incontrolados, rehúsa a contestar que le pasa o pone excusas, etc.
  • Muestra alteraciones en el sueño y el apetito…
  • Está más distraído, olvidadizo y su rendimiento escolar es más bajo de lo habitual
  • Vuelve a casa con moratones o heridas, con ropa o material roto, etc.
  • Amenaza o agrede a otros niños menores o a hermanos más indefensos que él.

acoso escolar o bullying en primaria. como sulucionarlo

Pero, ¿y si lo que ocurre es que nuestro hijo o hija el que está agrediendo a otros? ¿Cómo puedo detectarlo? Lo habitual es que los niños agresores también muestren algunas conductas significativas.

Síntomas y conductas del niño agresor

  • Presentar una actitud agresiva verbal o física hacia amigos e incluso hacia miembros de la familia. Insultan, amenaza o coaccionan y dicen mentiras sobre otras personas que pueden perjudicar a otros.
  • Muestran falta de empatía e incapacidad para ponerse en el lugar de otros. No tienen sentido de culpa o minimizan su actuación cuando hace daño a alguien.
  • Son impulsivos y no cuentan con estrategias no violentas para resolver conflictos. Justifican la violencia en las relaciones.
  • Se puede percibir que otros compañeros se mantienen silencioso o se retiran en presencia de ellos.
  • Muestran una baja capacidad de autocontrol y una baja tolerancia a la frustración. Tienen dificultad para seguir y cumplir normas.
  • Tiene objetos que no son suyos y no sabe explicar de dónde proceden.

 

 

El Bullying: ¿Cómo actuar en caso de detectarlo?

Lo que primero que hay que hacer en estos casos es identificar a la víctima y el agresor, ya que ambos sufren, y por lo tanto, ambos necesitan ser atendidos y tratados.


Si has detectado que tu hijo es víctima de bullying los primeros pasos a seguir son: 


  • Lo primero es no culpabilizarle a él ni sentirnos culpables como padres. Es necesario favorecer una comunicación abierta con él para que se sienta seguro y confiado, de modo que no se sienta solo y pueda contar sin restricciones lo que le pasa.
  • Hay que ponerse en contacto inmediatamente con la escuela, solicitando la ayuda de los profesores. Mantener un contacto fluido y continuado con el colegio para que nos vayan dando información sobre los pasos que van tomando.
  • Aconseja a tu hijo que ignore todo lo que pueda al agresor y recomiéndale que salga de la situación de acoso si corre peligro y vaya a un sitio donde haya un adulto.
  • Dale la oportunidad de establecer nuevas amistades fuera del contexto escolar, facilitándole la participación en actividades sociales en las que quiera participar.
  • Acude a un psicólogo si es necesario. En muchos casos, el acoso puede llevar ocurriendo mucho tiempo y ya ha podido generar secuelas psicológicas.

Si has detectado que tu hijo es el agresor en el bullying: 

  • No dejarse llevar por la culpabilidad como padres y déjale claro que no vais a permitirle conductas de ese tipo. Hazle ver que tendrá consecuencias y que deberá asumir su responsabilidad.
  • Muéstrate firme, pero al mismo tiempo ofrécele tu confianza y refuerza cualquier cambio positivo.
  • Hazle ver cómo se ha podido sentir la víctima, preguntándole cómo se sentiría él en su lugar para que reflexione sobre el daño causado.
  • Habla con la escuela de inmediato. Aunque a ningún padre le gusta tener que aceptar esta situación, es imprescindible mantener un contacto fluido con la escuela para solicitar ayuda y colaboración para solucionar el problema lo antes posible.
  • Acude al psicólogo, esta forma de actuar tiene un porqué y debe de ser diagnosticada.

Si has detectado que tu hijo es observador directo de un caso de bullying

  • Hazle ver que en ningún caso puede justificar o reforzar el acoso a un compañero, bien sea directamente o a través de la pasividad. Aprovecha para trabajar la empatía y favorece que muestre su discrepancia con los acosadores y que no refuerce en ningún caso los hechos.
  • Aprovecha para reforzar su moral y sus valores enseñándole que es importante ayudar a la víctima acercándose a ella discretamente y contándole su testimonio a algún profesor.

 

Organismos y plataformas de Apoyo contra el Acoso escolar 

Existen varios organismo y asociaciones de apoyo para las familias y niños que se encuentran en esta situación. Apóyate en ellas y en su experiencia.

  • Teléfono contra el acoso escolar: 900 018 018 Funciona las 24 horas durante todos los días del año. Las llamadas son atendidas por psicólogos, trabajadores sociales y juristas.
  • Ministerio de Educación protocolos de actuación de cada comunidad.
  • Save the Children 

La escuela es un espacio donde los niños deberían sentirse siempre seguros. El acoso escolar es violencia, no lo permitas.

En colaboración con 
Aroa Caminero Ruiz